La vuelta a la rutina tras las vacaciones puede ser agotadora: horarios ajustados, trabajo acumulado, est͏rés y responsabilida͏des que se multiplican. A͏nte este ritmo acelerado, es ne͏cesario dedicar un rato cada día para cuidar de nosotros mismos.
Una de las mejores maneras y más fáciles de hacerlo e͏s c͏on un ritual de relajación en casa, acompañado de velas perfumadas y aromas naturales que cambien la atmósfera y ayuden a calmar la mente.
En este͏ artículo te decimos co͏mo crear tu propio ritual por pas͏os, qué ͏ar͏omas escoger͏ y ͏como ponerlo en práctica en tu día a día para sentir más tranq͏uilidad y bie͏nestar.
Los beneficios de un ritual de relajación en casa
Dedicar unos minutos al día a un ritual no solo ayuda a desconectar, también da beneficios a nivel físico y emocional:
Reduce el estrés: la luz cálida de una vela y los aromas naturales calman los nervios.
Ayuda a dormir mejor: si lo haces antes de acostarte, hace más fácil conciliar el sueño profundo.
Aumenta el nivel de concentración: las fragancias cítricas y mentoladas ayudan a despejar tu mente y esta esté más activa y creativa.
Crea un ambiente acogedor: tu hogar se convierte en un lugar cálido para tus sentidos.
Velas naturales: mucho más que simples adornos
En instantes de celebración, religiosidad o de intimidad, las velas han estado presentes con el ser humano a lo largo de los siglos. Sin embargo, todas no son iguales.
Las velas naturales de cera vegetal o de soja se distinguen frente a las hechas industrialmente por los siguientes motivos:
- No emiten humos tóxicos y son más limpias.
- Liberan el aroma de manera más eficaz y tienen una mayor duración.
- Están hechas por componentes naturales que respetan el medio ambiente y son sostenibles.
- Los aromas son más puros y envolventes.
O sea, encender una vela natural no es solo un acto decorativo, sino también es obsequiarte con un momento de bienestar emocional.
Aromaterapia: aromas que cambian tu estado de ánimo
La aromaterapia se fundamenta en la capacidad que tienen los aceites esenciales para afectar en nuestras sensaciones y emociones. Para maximizar los efectos de tu ritual de relajación, es vital escoger el aroma correcto.
Fragancias que relajan
- Lavanda: Calma la mente y disminuye la ansiedad.
- Sándalo: Ideal para alcanzar la serenidad o la meditación.
Aromas que energizan
- Yuzu, bergamota o naranja: traen vitalidad y alegría.
- Menta o hierbaluisa: aclaran la mente y refresca el ambiente.
Aromas reconfortantes
- Vainilla: comunica seguridad y calidez.
- Canela: perfecta para proporcionar un toque acogedor y estimulante al hogar.
- Pachulí: Establece unas conexión con el equilibrio interno y la tierra.
Puedes elegir una fragancia de acuerdo a cómo te sientes o mezclar más de una de ellas para reforzar las diferentes sensaciones que fomentan.
Cómo preparar tu ritual de relajación paso a paso
1. Prepara un lugar
Elije ese rincón tranquilo de tu casa del salón, de la habitación o incluso, por que no, un pequeño espacio entre cojines y mantas. Para rematar, ventila antes de empezar para renovar el ambiente y este sea limpio y fresco.
2. Escoge tu aroma según la sensación
¿Qué sensación necesitas sentir en ese momento? ¿Calma, energía o conexión? Dependerá de tu elección. Seleccionar bien la vela aromática o ambientador mikado ayuda a potenciar esas emociones que deseas sentir.
3. Crea la atmósfera adecuada
- Baja la intensidad de la luz o, simplemente, apágala.
- Enciende tu vela perfumada natural y mira fijamente la llama durante unos segundos.
- Acompaña el momento con una música relajante o sonidos de naturaleza.
4. Respira y siente
Cierra los ojos, respira profundamente y concéntrate. Sentirás como el aroma que libera la vela te invade y te produce esa sensación de calma que tanto necesitas.
5. Disfruta del momento
¡Es tu momento! Aprovéchalo para leer, escribir cosas que te inspiren, hacer estiramientos suaves, yoga o para descansar.
🧘🏻♀️ “Cuando quiero relajarme…en la bañera…con un libro…y una vela perfumada…”
Cuándo realizar tu ritual
No es necesario que le ritual tenga un momento concreto ni dure mucho tiempo, con solo 10 a 20 minutos al día es suficiente. Es posible hacerlo en diferentes momentos del día:
- Al final de la jornada laboral: para liberar el estrés.
- Antes de dormir: para conciliar el sueño y como preparación para un descanso profundo.
- Durante las pausas del día: si sientes fatiga o tensión.
- En los fines de semana: Ideal para disfrutar de momento de autocuidado sin prisas.
Convierte tu hogar en un santuario de tranquilidad
El estrés que produce la rutina es inevitable, pero el modo en que lo manejamos marca la diferencia. Una forma fácil de restablecer la calma, reconectar con una misma y convertir tu hogar en un rincón de bienestar es creando este ritual de relajación con velas y aromas naturales.
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